Sólo cinco países son considerados como los principales productores de whisky en todo el mundo: Escocia, Irlanda, Canadá, Estados Unidos y Japón. Sin embargo, aunque se trate del mismo licor, las diversas particularidades en lo relativo a ingredientes, proceso de producción, sabores y aromas le otorgan características distintas de acuerdo a la región de la que provienen.
Por ejemplo, el whisky escocés se divide en cinco clases diferentes. Una de ellas es el Single Malt, hecho a base de un sólo tipo de cebada que se fermenta, destila y madura en una sola destilería. El Single Grain difiere del anterior en que se prepara a base de grano o trigo en lugar de cebada.
También está el Blend Malt, que se obtiene de la mezcla de varios whiskys de malta, como en el caso de la botella verde de Johnnie Walker. El Blended Grain se prepara a partir de la mezcla de varios whiskys de grano, y el Blended Scotch Whisky es el resultado de whiskys de malta ligados con whiskys de grano. Este último tipo constituye el 90% del consumo mundial de whisky escocés, y entre las marcas más reconocidas que lo producen está Grant´s, Johnnie Walker, J&B y Ballatine’s.
Por otro lado, el whisky irlandés se diferencia del anterior en el hecho de que incluye en el proceso la triple destilación y el uso de cebada malteada y sin maltear, lo que hace que la bebida sea un poco más aceitosa.
El whisky de grano irlandés lleva trigo y una parte de maíz y se destila a través de la destilación continua, el mismo método que el de grano escocés. Los más reconocidos son los de las marcas Tullamore DEW, Bushmills y Jameson.
Mientras tanto, en Japón la elaboración de este licor es similar a la que se emplea en Escocia, con la salvedad de que todos los whiskys blended provienen de la misma destilería, mientras que el blended escocés es producto de la mezcla de whiskys de distintas empresas que son competencia entre sí. Hibiki y Yamasaki son los más conocidos.
En Canadá, el whisky tiene como base, en su mayoría, el maíz y centeno. El destilado tiene una duración mínima de tres años en barricas de roble, usadas o nuevas, y se embotella con no menos de 40 grados de alcohol. Entre las marcas de mayor reconocimiento están son Crown Royal, Canadian Club y Ginson’s.
Por último, el whisky americano tiene la peculiaridad de no tener restricciones en lo relativo a la maduración, con excepción del straight whisky que se exige como mínimo dos años. Las barricas en las que se lleva el proceso siempre deben ser nuevas, de roble y quemadas por dentro.
En cuanto a la composición, consta de un mínimo de 51% de maíz si se va a mezclar con otros ingredientes como el centeno. Pero si se trata de un whisky exclusivamente de este tipo de grano ya mencionado, la proporción en la que debe estar presente sube a 80%. Wild Turkey, Maker’s Mark, Jim Bean y Woodford Reserve son las marcas de más renombre.
Fuente: http://cocinayvino.net/