Salchichas alemans con espuma de cerveza
La ingesta de cerveza no engorda. La ingesta, claro, moderada. Que todos conocemos de buena mano las barrigas cerveceras y seguro que la mayoría han asistido estupefactos aguna vez al fenómeno globo en primera persona. Pero si, apoyados en la barra del bar, conseguimos identificar el punto de no retorno, dejar de pedir y retirarnos a tiempo, con un par de cañas como deuda única, podremos irnos a dormir con la conciencia más que tranquila. Porque -lo revelaron varios profesionales de la medicina a finales del año pasado- tomar dos cervezas al día es bueno para el corazón y para los huesos. Y, además, «no repercute en un exceso de peso ni en un incremento del perímetro abdominal». Está compuesta en un 93 % de agua, por tanto es perfecta para hidratar el cuerpo; ayuda al colesterol bueno; reduce los síntomas de la menopausia; y previene el envejecimiento. ¿Desventajas? Produce sueño, tiene mucho gas y algunos dicen que no sabe bien. Es más, a nadie le gusta la cerveza la primera vez que la prueba. Para estos últimos, pero también para los grandes devotos del zumo de cebada, te proponemos siete recetas elaboradas con cerveza –puedes adquirir diferentes variedades, cuanto más originales mejor será la receta, en el supermercado de El Corte Inglés-, una para cada día de la semana:
Lunes: Cucuruchos de placer
Para el rebozado será necesario azúcar (1 cucharada), harina (200 gramos), curry (1 cucharada pequeña), sal, agua (12 cucharadas), leche (6 cucharadas) y cerveza (4 cucharadas). Puedes usar clara u oscura.
En primer lugar se juntan en un bol los ingredientes secos y después los líquidos. Se mezclan y se dejan reposar media hora. Se montan dos claras de huevo a punto de nieve y se mezclan con la masa del rebozado, con movimientos envolventes de abajo hacia arriba.
A continuación se pelan las patatas y se cortan en tiras finas. Se remojarán en agua un rato para luego escurrirlas, secarlas y freirlas.
Se retiran los lomos de un rodaballo (4 personas). Se sazona y se corta en trozos oblicuos, se rebozan y se fríen. Se sirven en cucuruchos hechos con papel de hornear y se acompaña con ketchup, mayonesa y -al gusto- con picante.
Martes: Cuac, cuac
La receta del foie es para dos personas. Se reducirá cerveza (1 unidad) a fuego suave hasta que coja consistencia como de caramelo. Se retirará después del fuego y se añadirá queso fresco para untar (100 gramos). Salpimentar y reservas. Cocinar a fuego suave, 20 minutos, caldo de verduras y ave (100 ml), dulce de membrillo (50 gramos) y hierbaluisa (2 hojas). Se cuela y se reserva también.
A continuación de ahumarán filetes de foie fresco de la siguiente manera: trocear cartones de huevo y poner en una cazuela grande. Echar alcohol y prender fuego. Añadir una ramita de romero y quemar el cartón hasta que esté hecho cenizas. Cuando se haga un poco de brasa, añadir serrín para apagar el fuego. Poner los filetes en un colador, introducirlos a la cazuela (sin tocar el fondo) y poner la tapa. Ahúmarlos dos minutos y retirar a un plato. Salpimientar la carne y rociarla con un poco de aceite. Pasar por harina y freir sin nada de aceite hasta que estén dorados por fuera y blandos por dentro. Escurrir sobre papel absorbente.
Poner en el fondo de un plato el caldo, encima el filete y acompañar con el queso de cerveza. ¿De beber? Cerveza y negra.
Miércoles: Salchichas alemanas con espuma de cerveza
Ingredientes: 4 salchichas Bratwurst, 1 bote de choucroute de 250 gramos, 1 botella de cerveza alemana de trigo sin alcohol, mostaza, 100 ml de nata líquida, sal, pimienta blanca molida.
Calentamos el choucroute y lo reservamos. Abrimos las salchichas longitudinalmente, sin que lleguen a separarse ambas partes y las marcamos en una sartén.
Para preparar la espuma, ponemos la cerveza en un cazo con la nata líquida fría, dejamos que emulsione al fuego y salpimentamos. Montamos unas claras de huevo y mezclamos todo.
Ponemos la mezcla en el sifón y rellenamos las salchichas. Ponemos un lecho de choucroute y la salchicha rellena encima.
Jueves: Solomillo a la cerveza
Ingredientes: 3 solomillos de cerdo, 150 gramos de beicon, 1/2 litro de cerveza, 1/2 dl de aceite de oliva, 75 gramos de queso rallado, 75 gramos de pan rallado, un manojo de perejil, sal, pimienta.
Mezclar el queso y el pan rallado. Picar el perejil. Limpiar los solomillos y retirarles el exceso de grasa. Atarlos para que conserven su forma durante la cocción y salpimentar. Calentar el aceite en una fuente de horno y dorar los solomillos por todos los lados. Regar con la cerveza y espolvorear con la mezcla de pan y queso y el perejil picado. Meter en el horno precalentado a 200 °C y hornear durante 15-18 minutos, dependiendo del punto de cocción que se quiera dar a los solomillos. Retirar la carne del horno, pasarla a una fuente y cubrir con papel de aluminio. Poner la salsa en un cazo y calentar hasta que reduzca a la mitad. Salpimentar al gusto. Cortar el beicon en dados pequeños y saltearlos en una sartén antiadherente sin grasa. Cortar los solomillos en filetes y servirlos con el beicon y la salsa calientes.
Viernes: Pato asado a la cerveza
Ingredientes: 1 pato grande, 2 manojos de rábanos, 50 g de mantequilla, 250 ml de cerveza negra, 1 dl de aceite de oliva, 2 dl de caldo de carne, sal, pimienta molida.
Eliminar cualquier resto de piel o pluma del pato. Sazonarlo con sal y pimienta por dentro y por fuera y atarlo. Pasarlo a una fuente amplia y rociar con el aceite de oliva. Cocer en el horno precalentado a 200 ºC durante 60 minutos, dando la vuelta a la pieza (en varias ocasiones) durante el tiempo de asado y regándola frecuentemente con su propio jugo. A mitad de la cocción, mojar con la cerveza negra. Sacar el pato, desglasar la fuente con el caldo de carne y colar. Verter en un cazo antiadherente y reducir al fuego a la mitad. Limpiar los rábanos, cocerlos al vapor durante 5 minutos, trocearlos y dorarlos en la mantequilla. Sazonarlos con sal y pimienta recién molida. Retirar el cordel de atar el pato. Trincharlo, separar las pechugas y los muslos y repartir en los platos de servir. Napar ligeramente con la salsa de cerveza y servir con los rábanos salteados. Otra opción: si la cerveza no te gusta, sustitúyela por el zumo de 1 naranja y 200 ml de caldo de pollo desgrasado.
Sábado: Bacalao con coca de trampo y frito marinero
Ingredientes: 150 gramos de bacalao de lomo desalado. Para la coca de trampo: 100 cl de aceite, 10 gramos de sal, 100 cl de cerveza, 300 gramos de harina, 1 tomate, 2 pimientos verdes, 2 pimientos rojos, pimentón dulce, 1 ajo. Para el frito marinero: 50 gramos de gamba pelada o langostino, 50 gramos de rape, 50 gramos de sepia, 50 gramos de patatas fritas, 50 gramos de cebolla tierna, 50 gramos de pimiento rojo, 10 gramos de hinojo y 5 gramos de ajo.
Para elaborar la masa de coca de trampo ponemos la harina en un recipiente donde se pueda amasar, y se junta la cerveza y el aceite con la sal y se amasa hasta que se despegue del recipiente. La dejamos reposar y luego la estiramos y ponemos encima el tomate, los pimientos rojos y verdes, el pimentón dulce y el ajo cortados en cuadrados pequeños. Se echa un poco de aceite por encima y al horno 180º durante 25 minutos.
Para el frito marinero salteamos por un lado las gambas peladas, el rape y la sepia, y la cebolla, el pimiento rojo, el hinojo y el ajo por el otro. Luego los juntamos todo con las patatas fritas a cuadros, se le pone un poco de hinojo en rama y se pone encima de la coca de trampo.
Cortamos el bacalao en trozos cuadrados, se hace a la plancha, y se pone encima de la coca y se sirve.
Domingo: Pizza con masa elaborada con cerveza
La masa deberá prepararse con tiempo, con varias horas de antelación. Por ejemplo, hacerla después de comer para la cena.
Ingredientes: 300 gramos de harina, 10 gramos de levadura fresca, 150 gramos de cerveza, 5 gramos de sal, 15 gramos de aceite de oliva virgen extra, una cucharadita de azúcar.
Poner la harina en un cuenco y mezclar con la levadura con la yema de los dedos. Hacer un hueco en el centro y echar la cerveza, el aceite de oliva, la sal y el azúcar. Empezar a mezclar el líquido con la harina hasta lograr una masa que no debe de ser muy pegajosa. Espolvorear con harina la superficie de trabajo y poner sobre ella la masa para amasarla unos minutos hasta obtener una resultado elástico y fino.
Darle la forma deseada -redonda o rectangular- y untar con un poco de aceite. Taparla con un paño limpio y seco y dejarla reposar.
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