Las dietas más populares pueden ayudar a perder algo de peso en el corto plazo; sin embargo, según un exhaustivo informe de la Asociación Americana del Corazón, la mayoría de ellas pierde su eficacia al cabo del primer año. Además, el documento que se publica en «Circulation» advierte de que todavía hoy día se desconoce el verdadero impacto en la salud del corazón.
En EE.UU., donde casi el 70% de los adultos tiene sobrepeso o son obesos, y por tanto un mayor riesgo de problemas de salud como enfermedades del corazón, ictus, hipertensión arterial y la diabetes, las dietas son una cuestión de salud pública.
Pero, comenta Mark J. Eisenberg, de la Universidad de McGill en Montreal (Canadá) «a pesar de su popularidad, todavía no sabemos si estas dietas son efectivas para ayudar a las personas a perder peso y disminuir sus factores de riesgo para la enfermedad cardiaca». De hecho, sus efectos a largo plazo siguen cuestionados, señala.
Atkins, South Beach…
Los investigadores han analizado cuatro de las dietas más populares: Atkins, South Beach, Weight Watchers y Zona, que promueven la pérdida de peso y podrían mejorar de la salud cardiovascular.
Los resultados mostraron que, en los ensayos que comparaban la dieta Weight Watchers con un control convencional -dietas bajas en grasa, intervención conductual de pérdida de peso, consejos nutricionales o materiales de autoayuda-, la dieta hizo que los que la siguieron perdieran un promedio de 3,50 a 6 kilos al año en comparación con el 0,8 o 5,4 kilos con un control rutinario; sin embargo, a los 2 años la mayoría de los que había seguido la dieta Weight Watchers había recuperado el peso.
Los resultados de los ensayos realizados en personas que siguieron ladieta Atkins fueron poco consistentes. En el único ensayo que comparó la dieta de South Beach con un control convencional no se observó diferencia en la pérdida de peso a los 12 meses; ahora bien, los participantes en este estudio eran grandes obesos y habían sido sometidos a cirugía de bypass gástrico.
Efectos similares
Los investigadores también analizaron ensayos que compararon las cuatro dieta entre ellas. La mayoría de ellos mostraban una pérdida de peso modesta al año, similar a la de los del grupo control que recibieron la atención habitual. Por ejemplo, los que siguieron la dieta Atkins perdieron un promedio de 2,08 a 4,7 kilos; los de la dieta Weight Watchers perdieron un promedio una media 2,99 kilos; los que hicieron la dieta Zona perdieron entre 1,5 a 3,18 kilos, mientras que los del grupo control perdieron aproximadamente 2,2 kilos.
Cuando los investigadores analizaron otras variables relacionadas con la salud cardiovascular –colesterol o azúcar en sangre, presión arterial, etc.-, vieron que no había diferencias marcadas entre las Atkins, Weight Watchers y Zona.
Debido a que los ensayos más largos realizados solo se prolongan durante dos años, y solo para las dietas Atkins y Weight Watchers, los investigadores subrayan que para entender mejor los beneficios potenciales de cualquiera o de todas estas dietas hacen falta grandes ensayos clínicos que comparen directamente las cuatro dietas populares y que demuestren los cambios en otros factores de riesgo para la enfermedad cardiaca de peso a largo plazo.
A tenor de estos datos, concluye Eisenberg, parece claro que lo más sensato para perder peso sería «un cambio más amplio en el estilo de vida más amplio, que implique también a los médicos y otros profesionales de la salud».
Fuente de la información: ABC