Los amantes del zumo de grifa tienen una cita con Bélgica, Alemania, Holanda y Dublín. Sí, hay otros muchos destinos en los que tomar una buena cerveza con denominación de origen, y hoy te vamos a ayudar a elaborar la ruta de la cerveza.
En España no nos podemos quejar. Contamos con un sinfín de tabernas, cantinas, bares, pubs y un largo etcétera. Vamos, que una ardilla podría atravesar la Península Ibérica desde Cádiz a los Pirineos saltando de mesón en mesón y de chiringuito en chiringuito. Sin ir más lejos, en Madrid hay muchos barrios con multitud de locales en los que tomarse una buena caña sin dejarse el sueldo.
Pero estamos de vacaciones y en verano toca ponerse exquisitos y probar unas buenas birras en países en los que esta bebida casi se toma con el desayuno. Es el momento de coger el avión y viajar a Bélgica, Holanda, Alemania e Irlanda. Éstos son los sitios que tienes que visitar:
BRUSELAS
Según el Beer Price Index, en Bruselas el precio medio de la cerveza es de 1,08 euros. Vale, no está en el top ten de las ciudades más baratas en las que refrescarse con una buena cañita, pero nadie nos negará que Bruselas es más que su cerveza.
En la capital belga puedes encontrar un gran repertorio de infinitos sabores. Uno de ellos es Moeder Lambic. Con decirte que, en su página web, se definen con la frase«Beer is the answer» (la cerveza es la respuestas), creo que respondemos a muchas de tus dudas. No te vamos a engañar, barato no es, pero tiene hasta 40 grifos de cerveza para que pruebes sabores nuevos. Cerca se encuentra el Bar Du Matin, un lugar fantástico si has salido de Moeder Lambic y te apetece mover el esqueleto. También tiene una buena selección de cervezas. Otra parada obligatoria es Le Cercueil, en el centro de Bruselas: buen precio, buena música y una decoración que te sorprenderá.
BERLÍN
Alemania no sólo es la locomotora de Europa, también es el transatlántico en el que navegan los buenos cerveceros. Metáforas aparte, en Berlín, disfrutar de una buena birra es como comerse una paella de marisco en Valencia: inevitable. Da igual que te gusten rubias o tostadas, en esta ciudad puedes encontrar para cualquier gusto y bolsillo: Pilsen, Weizenbier, Atbier, Helles, Dunkel o Schwarzbier son algunas de las marcas que podrás encontrar en bares tan carismáticos como Bei Schlawinchen, un local con un ambiente anárquico, abierto las 24 horas, con un buen número de juerguistas y precios asequibles. Está situado en el barrio de Graefekiez.
ÁMSTERDAM
Ámsterdam es más que el Barrio Rojo y los coffee shop. En la ciudad de los canales, te vas a encontrar, paseando por una pequeña bocacalle de Spuistraat, con el Cafe Gollem. Éste es el más antiguo de todos los ‘cafés de cerveza’: pequeño, bien decorado y con 200 marcas para elegir. Si lo que quieres es una buena cata por menos de 10 euros, lo ideal es que te pases por Brouwerij’t IJ, un establecimiento diferente, un poco alejado del centro, levantado en los bajos de un molino y en el que puedes probar hasta 10 variedades. Eso sí, a las ocho de la tarde cierra.
DUBLÍN
Y cerramos nuestro particular tour en Dublín. La capital del país celta es especialista en la fermentación de esta bebida, y no faltan los pubs donde tomarse una pinta bien tirada. Aunque, si lo que quieres es un bar donde los precios no te hagan llorar, la cosa resulta más complicada aunque no imposible. También hay lugares con precios low cost. Una buena recomendación es Dicey’s Garden, situado en el 21 de Harcourt Street. Es famoso por ser uno de los puntos de encuentro para intercambio de idiomas y cuenta con distintas ofertas según el día de la semana.
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