Marc Márquezfue el tornado en Texas. El campeón del mundo dio una exhibición en una de sus pistas favoritas para vencer en solitario en una carrera que nunca peligró para él.
La salida fue esperpéntica. Jorge Lorenzo arrancó cuando el semáforo se encendió, no cuando se apagó. Se adelantó tanto que ya era primero cuando los demás no habían dado gas. Automáticamente se ganó un ‘ride through’ que cumplió en su primer paso por meta. Adiós a su carrera y un lastre para el Mundial. Volvió último y luchó para remontar. Acabó décimo, sumó puntos, pero esto le deja tocado para el Mundial pues se añade a su cero en Qatar por otro error en la primera vuelta.
Márquez se situó tras Lorenzo y tiró de inicio para no dar ninguna opción a su gran rival, Pedrosa. Así fue porque ya en la arrancada le metió casi un segundo. Luego tiró para vencer con suficiencia. Dani apenas le inquietó y se limitó a controlar una segunda plaza que también fue muy cómoda para el barcelonés.
Las luchas quedaron atrás. Iannone, sorprendente, se puso tercero. Aguantó bastante. Hasta que Rossi llegó y le pasó, pero Valentino se fue largo y luego comenzó otro calvario. Tuvo problemas técnicos y fue cediendo hasta acabar noveno. Un drama.
Tercero acabó siendo Dovizioso con la Ducati, que superó a Bradl y Smith, enzarzados en una gran pelea final que coronó al alemán. Pol fue sexto con su hermano Aleix, mientras que Bautista se cayó cuando penaba en mitad del grupo.
Márquez, por supuesto, es más líder. Dos citas y dos triunfos. Hasta se permite dar sustos como una última curva incomprensible. Si no arriesga no es feliz.